miércoles, 27 de febrero de 2013

Austerracionalidad y simplificiencia

Estamos asistiendo a un cambio de civilización y de paradigma y está en nuestras manos que esa nueva civilización sea la de la dignidad sobria, la de la austerracionalidad (sobriedad aplicada no como fin en sí misma, sino desde la razón y por lo tanto desde el respeto a la dignidad vista como el valor propio que tiene todo ser humano por el hecho de serlo) y la simplificiencia (conseguir un objetivo de manera sencilla sin adornos innecesarios ni engaño). Una civilización en la que la economía esté al servicio de la realización de las necesidades humanas y de la sostenibilidad, donde el centro esté situado en la búsqueda de la felicidad humana a la que llegamos a partir de la satisfacción de un mínimo indispensable para vivir dignamente, de las relaciones con otros y del disfrute intenso lejos de la superficialidad actual. Y esto no es utopía, la utopía es pensar que podemos seguir viviendo como lo hemos hecho hasta ahora. Se acaba el tiempo de la pereza y de la indiferencia, vivimos momentos en los que no debemos caer en el error de intentar afrontar el futuro con soluciones del pasado. Necesitamos de la ilusión, la imaginación y la creatividad, debidamente combinados con esfuerzo, valentía y convicción, con el fin de cambiar el rumbo inventándonos el futuro y sintiéndonos así orgullosos de la herencia que dejemos con nuestra acción a las generaciones futuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario